Hay ciertos alimentos que antes de ir a dormir pueden ocasionarnos digestiones demasiado pesadas. El ejemplo más claro son aquellos precocinados con alto contenido de grasa, como las pizzas, las hamburguesas o la comida rápida.

Lo mismo ocurre con las bebidas azucaradas o los refrescos con cafeína. "Tampoco ayuda el alcohol. No deja de quitarte mucho líquido, y por eso te duele la cabeza. Es bueno hidratarse para evitar esta consecuencia. No es un buen aliado si queremos tener un sueño plácido", ha explicado el nutricionista Pablo Ojeda en Más Vale Tarde.

El experto tampoco recomienda los cuencos de cereales: "Son extremadamente azucarados por lo que estamos metiendo un exceso de energía espectacular. Por cada tazón de cereales nos estamos metiendo unas 500 calorías que es un plato de callos enorme", ha aseverado. Puedes escuchar su opinión al respecto en el vídeo principal de esta noticia.