La Policía Nacional ha encañonado por error a un matrimonio y su hijo de 12 años. Los seis agentes, que se encontraban en una operación contra el narcotráfico, irrumpieron en su vivienda en el municipio madrileño de Arroyomolinos, tirando la puerta abajo, y durante varios minutos estuvieron apuntando con sus armas a la familia. Todo, antes de darse cuenta de que se habían equivocado de portal.

Ante los gritos de los agentes, que les pedían que no se movieran, el hombre se tiró al suelo y la mujer se quedó encima de la cama con las manos en alto. En la habitación de al lado, su hijo menor de edad también era encañonado y mantenía las manos en alto mientras les pedía que no le dispararan.

La madre pidió poder ir con su hijo pero los agentes les exigieron silencio, advirtiéndoles de que tenían una orden judicial para poder hacer el registro de la vivienda.

En Más Vale Tarde, Penélope Santana, la mujer afectada, ha relatado los hechos y las consecuencias que ha tenido este incidente para su familia. "Se dieron cuenta de que era un error a los cinco minutos. Se habían equivocado de domicilio y me dijeron que nos iban a pagar los desperfectos", relata la mujer.

Cuenta además que su hijo se quedó en estado de shock, con mucho miedo y sin poder entrar en la casa durante los dos primeros días. Le recetaron ansiolíticos para poder dormir. También los padres sufrieron ese día "una crisis de ansiedad muy grande", cuenta Penélope. "Nos vio el médico, nos mandó medicación y nos derivaron al psicólogo y a mi marido al psiquiatra", explica.

Ante esta situación, denuncia que no han recibido "ningún tipo de ayuda" por parte de la policía y que han decidido poner una demanda con una abogada por los daños materiales y psicológicos ocasionados. "Esto es un pueblo y todo el mundo nos conoce. Estamos señalados, y la gente piensa que hemos hecho algo para que entrasen en nuestra casa", asegura la mujer. "Por supuesto quiero una indemnización, para que no vuelva a pasar", zanja la afectada.