La procesión del fin de semana Corpus Christi en Náquera (Valencia) ha sido algo peculiar. La marcha se detuvo frente a la sede de Vox en el municipio, partido que gobierna junto al Partido Popular (PP) desde las elecciones del año pasado.

Según la tradición local, es el vecindario quien se encarga de montar estos altares en la vía pública y los miembros del partido de Vox hicieron lo propio en la sede local, ante lo que el párroco del municipio decidió detener la marcha católica para rezar frente al altar.

La escena llamó la atención a los vecinos y asistentes al acto religioso porque el altar de Vox se instaló mezclando los símbolos políticos con los símbolos eclesiásticos.