Las religiosas clarisas del Monasterio de Belorado (Burgos) han aclarado este miércoles que no abandonarán la Iglesia católica. "No nos vamos de la Iglesia. Os lo iremos explicando. Así que a los que estáis preocupados por esto tened un poco de paciencia", han indicado a raíz del comunicado en el que la comunidad de las Monjas Clarisas anunciaron su renuncia a la tutela eclesiástica para pasar bajo el liderazgo de Pablo de Rojas Sánchez-Franco.

El motivo de la ruptura de la comunidad de monjas con la Iglesia Católica es un desacuerdo sobre la venta de un convento en Derio (Bizkaia) que las monjas pretendían vender para comprar el monasterio de Orduña, perteneciente a la Diócesis de Vitoria con la que aseguran tener un acuerdo de compraventa. El Arzobispado de Burgos intenta revertir la situación generada por la comunidad de religiosas Clarisas de Belorado y Orduña (Vizcaya), tras su anuncio de abandonar la Iglesia católica para pasar a la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco y la llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, que no están en comunión con Roma y cuyo fundador fue excomulgado en 2019. Fuentes del Arzobispado han explicado a EFE que trabajan para que el cisma.

Qué es el cisma

El cisma es una palabra que viene del griego y significa división, separación o rompimiento, separación o rompimiento, recoge el libro Instituciones del Derecho Canónico de Pedro Benito Golmayo. Aunque se aplica a toda clase de sociedad en la que tiene lugar la escisión, en el caso de la Iglesia implica "la disolución de la unidad eclesiástica por causa de discordias intestinas permaneciendo íntegra la fe de la Iglesia".

En otras palabras: los cismáticos creen en unos mismos dogmas, pero se separan de la obediencia de sus legítimos pastores, produciendo de esta manera la división. El cisma es un delito que recoge el Código de Derecho Canónico y que podría acabar en excomunión. En este sentido, hay dos tipos de cisma:

  • Cisma interno: este tipo de cisma se queda dentro de la Iglesia en particular como que "en la diócesis se desconozca la autoridad del obispo legítimo, o cuando hay dos obispos, cada uno de los cuales tiene cierto número de fieles que le prestan obediencia".
  • Cisma externo: cuando hay discordia entre las iglesias particulares y "se rompen los vínculos que las unen recíprocamente".

"Si el cisma y la herejía van unidos, el castigo de los cismáticos es el mismo que el de los herejes; pero si los cismáticos permanecen en la fe católica incurren en excomunión ipso facto, según lo dispuesto en los antiguos cánones; quedan suspensos de la ejecución de las órdenes, y pierden la idoneidad para adquirir y retener beneficios" señala la citada fuente documental.

El citado texto señala que en el cisma en una parroquia o diócesis "hay autoridades superiores que pueden venir en apoyo de la unidad. El citado arzobispado trabaja para que, en el caso de las religiosas clarisas, se quede en una tentativa. Las fuentes del arzobispado han añadido que es el propio arzobispo, Mario Iceta, quien está implicado en conseguir esa reversión, aunque todavía no ha conseguido hablar con la abadesa, sor Isabel de la Trinidad.