El nutricionista Pablo Ojeda aborda en Más Vale Tarde la cuestión del "hambre emocional" y ofrece algunos consejos para paliarla sin llegar a pegarnos un atracón. No obstante, lanza una advertencia: "Si esto se repite en el tiempo, ese descontrol, hay que ir al psicólogo, al médico, porque estamos hablando de un trastorno de la conducta alimentaria".

Según explica el experto, "cuando tenemos ese famoso hambre emocional siempre nos da por alimentos como los chocolates, con las cosas dulces", y es que cuando tenemos hambre emocional "te da por algo en concreto". Con el dulce, precisa, liberamos "mucha dopamina", una "explosión en el sistema de recompensa" a la que, sin embargo, sigue "un bajonazo" y "la culpa".

"El problema actual de la comida no es la comida, no es que tomes un pastel un día, que te tomes una hamburguesa, es la culpa", destaca Ojeda, que señala que en el hambre emocional "tu voluntad queda anulada por tus acciones" y que esta "viene por un sentimiento", como estar triste o cansado. "Como desaforadamente y no me sacio porque no busco saciar mi hambre, estoy queriendo tapar con la comida otra cosa", precisa.

No obstante, el nutricionista lanza un mensaje: "Un trozo de chocolate a tiempo, una tarta a tiempo, una buena hamburguesa a tiempo, a veces es mucho más beneficioso que un filete de pollo a la plancha con una ensalada". "No estoy hablando lógicamente del plano nutricional, estoy hablando de la rigidez, de ser un poquito flexible", aclara. Puedes escuchar su explicación en el vídeo que ilustra estas líneas.