El segundo capitán del pesquero Argos Georgia Francisco Gondor ha contado este lunes en Más Vale Tarde la trágica experiencia que vivió durante naufragio en las islas Malvinas, donde perdió a dos compañeros. Fueron muchas horas y la angustia crecía conforme pasaba el tiempo: "Pensé en mi hijo y dije 'tengo que salir de aquí como sea'".
Todavía muy afectado, Gondor ha explicado que la causa se produjo por un fallo técnico, y ha elogiado la actuación del capitán, que perdió su vida en el naufragio. "Desde que se dio cuenta hasta que dio el aviso, fue instantáneo", ha contado, pero no recuerda con exactitud el tiempo que pasó hasta que abandonaron el barco: "Creo que una hora o media hora". "El jefe de máquina intentó pero era imposible", ha explicado. Él señala que tenían que ser calmados, pero no lo pudieron solucionar. Después, se pusieron un traje salvavidas y entraron en dos balsas con capacidad cada una de 30 personas. Él estaba en una en la que entraron otras 12 personas, pero no sabe qué pasó con la otra.
Asimismo, ha contado lo angustioso que fue estar más de 12 horas dentro de la balsa y a la deriva: "Estábamos medio zombis, medio bien, muchos cambios de sensaciones porque te viene la hipotermia por momentos y cuando tienes hipotermia, no reaccionas. El cuerpo sí reacción". "Estuvimos gran parte del tiempo inmóviles, no nos podíamos mover porque no teníamos fuerzas. Se desconcertaba la mente del cuerpo; estábamos tan devastados físicamente que no hablábamos", narra.
"Era un hombre maravilloso", dice del capitán
Ellos pensaban que se iban a salvar. Francisco no ha podido no emocionarse al hablar del patrón, otro gallego, que murió en el naufragio. "Hizo un trabajo fantástico. Antes de abandonar, llamó por teléfono a todo el mundo a quien tenía que llamar y agilizó mucho las cosas", ha contado. Sin contener las lágrimas, ha expresado que "él había empezado a ser amigo de él": "Era un hombre maravilloso, el mejor, no creo que vuelva a encontrar un técnico de pesca como él".
Sobre el miedo, ha afirmado que podrían haber muerto de hipotermia. "Pero yo vengo de una familia de marineros, no podemos rendirnos, No nos afecta a la derrota", ha explicado, añadiendo que la "gente estaba asustada no nerviosa". "No se puede tener miedo, pero claro que en algún momento pasamos miedo. Pensé en mi hijo y dije tengo que salir de aquí como sea. Hay que pensar en lo positivo, en la vida y en la familia, hice lo mejor que pude y seguí todas las indicaciones", ha concluido.
Así es su interior
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En la visita se pueden ver los distintos espacios del búnker, desde donde se refugiaban hasta la zona hospitalaria compuesta por la zona de curas, el botiquín y el quirófano, que ejercía a su vez de paritorio. Durante el recorrido, también se ve material quirúrgico de la época.