El doctor Roi Piñeiro, jefe de Pediatría del Hospital General de Villalba, ha explicado cómo se puede distinguir entre el catarro y la gripe, las dos enfermedades más comunes del invierno.

"El catarro te deja vivir. Tienes mocos, estás molesto, te duele la garganta... pero te llaman para ir al cine y vas. Llegas al catarro y dice: 'A mí el catarro no me frena'. Puedes vivir", ha destacado el médico.

Por otro lado, la gripe inhabilita completamente a quien la sufre, es como si a la persona "fuera aplastada por un camión". "Hay cefalea, una alteración del estado general, te levantas de la cama solo para ir al baño y comer (si puedes)", ha señalado Piñeiro.

Si bien el catarro y la gripe comparten síntomas como la congestión nasal, el dolor de garganta, la pérdida de apetito, la cefalea o el malestar general, existen diferencias.

Entre los más llamativos de la gripe se encuentran las fiebres altas, el fuerte dolor muscular o la fatiga. Además, la duración es más larga: de cuatro días a dos semanas.

El catarro, por el contrario, se cura antes y no suele presentar fiebre y, cuando lo hace, es baja.

¿Cómo se puede prevenir el contagio?

Para prevenir el contagio de un catarro o gripe hay que lavarse bien las manos varias veces al día y vacunarse, especialmente si la persona tiene factores de riesgo.

Entre los grupos más amenazados por estas enfermedades se encuentran los niños, las personas mayores y las mujeres embarazadas.

Además, si bien no hay evidencias científicas que sustenten la tesis de que se puede reforzar las defensas con productos concretos, se recomienda comer frutas y verduras en abundancia, llevar una dieta equilibrada y tomar muchos líquidos.