Pablo Ojeda, nutricionista y colaborador habitual en Más Vale Tarde, ha desvelado un secreto culinario que puede transformar la forma en que se cocina el pollo.

Según el nutricionista, el truco consiste en utilizar papel de cocina para secar cuidadosamente el pollo antes de colocarlo en la sartén caliente. Al eliminar la humedad, reducimos drásticamente la posibilidad de que el pollo salte al contacto con el aceite caliente.

"El agua hace que salte", ha destacado, señalando que es importante secarlo bien para evitar que eso suceda y llevarnos sustos mientras lo cocinamos.

Además, ha aprovechado para dejar claro que no es bueno intentar ocultar el mal olor del pollo cuando lo tenemos en la nevera. "Las bacterias del pollo no crecen de manera progresiva, lo hacen de manera exponencial", ha explicado, recordando que puede durar bueno unas 24-48 horas.