Este fin de semana, 'Desokupa' ha iniciado uno de sus controvertidos cursos de defensa personal, al que asistieron cerca de 200 alumnos, incluidos civiles, vigilantes de seguridad y algunos policías. A pesar de su premisa de enseñar autodefensa en situaciones de riesgo, el curso ha sido objeto de críticas por promover un enfoque de machismo rancio.

Los participantes, que pagan 50 euros al mes, se encuentran en sesiones de seis horas donde aprenden técnicas de defensa, como responder a ataques con cuchillos. Sin embargo, la atmósfera del curso dista mucho de ser de respeto y empoderamiento. En lugar de fomentar una autodefensa responsable y consciente, los instructores transmiten mensajes que refuerzan estereotipos de género. Frases como "¡Vamos, tápate! ¿No quieres igualdad? ¡Aquí no hay cuota de género!" o "mi hermana pega más fuerte, pega" son ejemplos del tipo de motivación que se ofrece, desvirtuando la verdadera esencia de la autodefensa.

La controversia también se ha intensificado por la relación entre 'Desokupa' y el Sindicato Unificado de Policía (SUP). Aunque inicialmente el sindicato apoyó esta colaboración, la secretaria general del SUP firmó un acuerdo con el club 'Desokupa', alegando la necesidad de mayor seguridad para sus miembros. Sin embargo, los policías afiliados aún no han recibido formación en estas lecciones, lo que ha generado descontento.

Con cursos destinados incluso a menores, varios padres preocupados por el acoso escolar se han mostrado interesados en inscribir a sus hijos. Los instructores de 'Desokupa' afirman que el bullying se combate con violencia, rechazando enfoques más constructivos. Una de las lecciones incluye desestimar la mediación, sugiriendo que "si te dan un golpe, tienes que devolverlo".