Alberto Chicote se traslada hasta la Taberna Danka, un local en Fuenlabrada, Madrid, donde Dani, su propietario ha pedido ayuda a Pesadilla en la cocina para que funcione. Y es que el hombre reconoce que llevan más de seis meses abiertos, pero lo único que ha hecho es perder dinero. "Llevo muchos meses que no me he llevado ni un euro para casa", afirma Dani, que confiesa que metió todos sus ahorros en la Taberna Danka.

Nada más entrar al local, Alberto Chicote se da cuenta de uno de los problemas más graves que tienen: la tensión entre sus trabajadores. En concreto, las voces que Anka, la camarera y pareja de Dani, da a sus cocineros. "¿Esto es así todo el rato?", pregunta el presentador de Pesadilla en la cocina a Dani, que explica que su mujer, a veces, "se pone un poco tensa". "Un poco incómodo es", insiste Chicote, que acto seguido conoce a la camarera.

"No te conozco y tu voz ya la tengo metida en la memoria", confiesa Alberto Chicote a Anka, que se explica: "Es que estoy harta de estar en la cocina, dándole caña, porque si no, no sale".