Pese a las buenas intenciones y a la amistad que las une, la relación entre ellas es caótica y convierte en un caos todo lo que tiene a su alrededor. Además, la confianza ha llegado hasta tal punto que nadie se responsabiliza ni de la calidad de la comida, ni del servicio al cliente, ni de la organización general.
Todo en un entorno de risas, gritos, un megáfono para los momentos menos serenos y un ambiente que parece un club de amigos más que un restaurante. Pero bajo esta esperpéntica superficie se esconde una dura realidad a la que no le queda mucho tiempo de vida. El restaurante va de mal en peor y amenaza con llevarse por delante no sólo los ahorros de Sandra sino también los de su familia y los de los amigos que, incautamente, se endeudaron para ayudarla.
Ubicada en una zona privilegiada de la localidad, en poco más de un año L´Orbayu se ha convertido en un lugar con mala fama que ha ido poco a poco perdiendo clientes debido al vociferante espectáculo que se ofrece casi a diario. Sandra grita a sus empleadas, éstas hacen lo que les viene en gana, todas contestan con malos modos y el local al completo se inunda de una desequilibrada locura que ni ellas ni los clientes son capaces de soportar.
Además, la madre de Sandra, a pesar de haber sido apartada del negocio, no puede soportar ver sufrir a su hija y aparece por la taberna para decirle a todo el mundo las verdades sin censura y, también, con algún que otro grito. Lo que provoca un conflicto aún mayor entre las amigas y una brecha cada más insalvable en los resultados del negocio.
Alberto Chicote lidiará en este programa con algunas de las protagonistas más disparatadas, divertidas, caóticas e irritantes de la temporada. Una tarea nada fácil para quien va dar todo de sí para reconvertir esa “casa de locos” en una taberna agradable, con carisma y, sobre todo, con una buena oferta gastronómica.
ASÍ SERÁ EL NUEVO RETO DE CHICOTE EN 'PESADILLA EN LA COCINA'