Alberto Chicote se traslada hasta la Taberna Anka, en Fuenlabrada, para comer sus platos y descubrir por qué no da beneficios a su propietario. "¿Esto tiene que ir siempre así de quemado?", pregunta el chef a Anka, pareja del dueño y camarera del local. "No, tienen que ser tostaditos, pero no quemados", explica Anka, que reconoce que se suele enfadar y gritar a sus cocineros porque no para de tirar comida que sale en mal estado de la cocina.

"Por eso me puse así antes, Alberto, porque he tirado dos", afirma Anka a Chicote, que reflexiona: "¿Has tirado dos? Es decir, que estos son los buenos". "Sí", reconoce la camarera, que contesta a Chicote: "Ahora entiendes por qué me pongo así, ¿no? Porque vamos tirando las cosas. El otro día la oreja no le salió...". "O sea, tengo que pagar todo esto para tirarlo todo y eso duele", insiste Anka al presentador de Pesadilla en la cocina, que le contesta: "Porque no están las cosas como para andar tirando, ¿verdad?".

"Pues no está la cosa para tirar nada", reconoce emocionada Anka, que insiste en que por eso se pone "como loca": "Me gasto un montón y eso hay que pagarlo". "A ellos ni les importa, a ellos solo es importa cobrar y ya está", afirma Anka de los cocineros y destaca que los que están sufriendo son Dani y ella, que son los que pagan el producto que luego se tira.