Alberto Chicote está ya un poco harto de encontrarse a Pincho por el restaurante cada dos por tres. De hecho, por ley, no debería entrar en la cocina. Pero el gato negro de Manel se pasea a sus anchas por el Nicasso y esta ocasión, en la que el televisivo chef quiere tener una conversación profunda con el propietario de local y su hijo, es uno de los momentos que ha elegido para hacer una de sus apariciones estelares.

El felino lleva con él desde que nació. "Me curó el cáncer. ¿Sabes que tuve un cáncer de garganta después de...?", comenta Manel. "¿Que te curó el cáncer?", le corta Alberto, incrédulo. "Cuando yo tenía cáncer dormía aquí, aquí encima mío", dice señalándose la garganta. "¿Sabes dónde ha dormido esta noche? Aquí", asegura mientras apunta a su estómago.

"Me estás hablando de brujería", comenta el conductor de Pesadilla en la cocina, intentando que su mente asimile las palabras de Manel. "Te estoy hablando de realidad", responde.

Para el dueño del Nicasso, "ese gato tiene algo".