Después del desastroso servicio de la Taberna Danka, Alberto Chicote se reúne con sus dueños, Dani y Anka, para conocerles más en profundidad y poder analizar cómo revertir la situación. "Aquí nos conocimos Anka y yo", recuerda Dani cuando llega al lugar donde le citó Chicote, al que cuenta que fueron "unos momentos muy felices": "Y ahora estoy... mira, no puedo levantar la cabeza".

"¿Tú cómo crees que sería tu vida sin el apoyo de Anka?", pregunta el presentador de Pesadilla en la cocina a Dani, que reconoce que él solo no es capaz: "No puedo sin ella". Por su parte, Anka también reconoce que en aquella época eran diferentes: "Éramos felices, pero a lo largo del camino hay que trabajarlo, porque tienes muchos obstáculos: problemas, trabajo... cosas que pasan". "Pero tengo suerte, porque una mujer como ella no la encuentras todos los días", explica, por su lado, Dani sobre su pareja, que se emociona.

Además, Alberto Chicote les muestras imágenes del comienzo de su relación, hace ya tres años. "Estoy feliz, pero también estoy triste al ver la foto porque ahí estaba esperando un bebé", afirma, entre lágrimas, Anka. "Lo perdimos por la culpa del trabajo, por el estrés", explica Dani en el vídeo, donde Anka destaca lo mal que lo pasé: "Me costó muchísimo recuperarme". "Después de esta foto, hemos sido infelices mucho tiempo porque nos estamos acusando uno al otro de todo lo que ha pasado", explica Anka, que comienza a llorar al ver fotografías con sus familias.

"La familia es lo más importante a día de hoy y cuando no la tienes, te das cuenta del valor que tiene", destaca Anka, que le dedica unas bonitas palabras a Dani: "Yo le digo mil veces que es todo para mí. Todo. Le quiero y estoy a su lado". "Lo he dejado todo y a mí no me importa", insiste Anka, que destaca: "El dinero va y viene, lo importante es que nos tengamos uno al otro. Juntos podemos pasar cualquier obstáculo, cualquier cosa en esta vida".