"Mi exmujer tenía un calendario en la peluquería y me dijo que iba a apuntar los días en los que bebía. Hubo un mes que no hubo ningún día sin la cruz", lamenta Manel en presencia de Chicote. El propietario de Nicasso desvela que su alcoholismo aún le sigue pasando factura después de 14 años.

Fueron tiempos oscuros en los que Manel se refugiaba en el alcohol para soportar jornadas de trabajo maratonianas. "Aquello era... abría a las 8 de la mañana y cerraba a las 2 de la mañana y para eso, necesitaba beber", recuerda ante las cámaras de Pesadilla en la cocina.

Su madre fue la persona que consiguió que dejara de una vez por todas el alcohol. "Me dijo: 'Me da igual que te tires por el balcón, me da igual que te mates, no te voy a ayudar nunca más'". Ese día dejó de beber y eso para él es lo más importante.

Sin embargo, las deudas le impiden levantar cabeza y tirar adelante de su negocio. Manel debe 380.000 euros y para saldar parte del agujero económico que le dejó su anterior restaurantes ahora está embargado. "No puedo ni tener mi carné a mi nombre".