Esta semana, Alberto Chicote descubrirá una de las cocinas más sucias de la historia del programa. Ese es el panorama que se encuentra el cocinero al llegar a su próximo destino, El Rincón de Montse, un restaurante ubicado en el pueblo de Daganzo de Arriba, a las afueras de Madrid.
Hoy el negocio es un caos. Y también un despropósito en cuanto a higiene y buen hacer. La freidora tiene el mismo aceite desde hace meses, los manteles recién puestos vienen con enormes manchas de serie, la comida está grasienta y los cubiertos con los que se cocina, manchados de alimentos resecos. El almacén, tres cuartos de lo mismo: un disparate de comida sin tapar, alimentos podridos y paredes mugrientas.
El actual gerente culpa a sus empleados, heredados de la antigua gestión del restaurante, de dejadez, falta de limpieza y poca responsabilidad. Por su parte, éstos aseguran que el gerente no sabe liderar, que no gestiona bien los pedidos y que les debe varios meses de sueldo, algo que no ayuda en el compromiso de cocineras y camarero para con el restaurante.
Un equipo profesional de limpieza se tendrá que encargar de deshacerse de toda la mugre
El Rincón de Montse funcionó bien durante casi dos décadas. El restaurante tenía clientela y su propietaria trabajaba duro para conseguirla y mantenerla. Sin embargo, Montse decidió hace varios años alquilar el restaurante para poder dedicar más tiempo a su familia. Fue el inicio de muchos quebraderos de cabeza.
Los actuales responsables han convertido el negocio en un caos en el que la comida no sale a tiempo, el menú del día está apuntado en un papel diminuto, sucio e ininteligible, hay kilos de mugre acumulados y donde hasta se estampan platos contra el suelo. Alberto Chicote acude a la llamada de Montse porque el negocio se está hundiendo, le deben una gran suma de dinero y el futuro del local está en peligro.
Pesadilla en la cocina tendrá que llamar a un equipo profesional para que limpie la cocina a fondo y se deshaga de tanta mugre y suciedad. Sólo dando ese primer paso se podrán dar los siguientes para que Alberto Chicote se ponga manos a la obra e intente ayudar a un equipo completamente desubicado y sin ningún tipo de entrega hacia un negocio al que poco le falta para que termine de hundirse.
Del bar del Club Deportivo Estoril
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