Aneley: "Lloro porque el pez me da pena. Es un ser vivo"
El Yatiri necesita un nivel de implicación y sacrificio que de momento Ailén y Aneley están dispuestas a dar. Por eso, Alberto Chicote decide llevarlas al puerto donde el trabajo duro no es una opción, es una forma de vida. Las hermanas se ponen a limpiar pescado para que comprobar el sacrificio que suponen algunos oficios. Una tarea nada fácil, sobre todo para la pequeña.
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