El chef de Pesadilla en la cocina comienza su reto con mal pie cuando ve la falta de higiene que hay en la cocina. El olor insoportable de un tupper hace que ni siquiera él pueda contener las arcadas. "He metido la nariz con mucha valentía… me cago en la puta", se queja.
Tras echar un vistazo a la cocina, Chicote prueba la oferta culinaria. La ensalada Maradonna es la que más le llama la atención. Y es que lleva queso de cabra por encima para hacer un guiño al exjugador argentino. Un toque que simboliza "el fallo que tenía".
En el primer servicio con Chicote de testigo, el chef observa cómo la clientela no está contenta con el servicio: comida quemada, desgana y mala actitud. Errores que Nicola no asume y que cabrean al conductor de Pesadilla en la cocina que no duda en ser sincero con el dueño del restaurante. "Todo lo que está a tu alrededor está desordenado, gocho y sucio", le dice.
Tantas críticas hacen que Nicola se ponga a la defensiva y se niegue a seguir las pautas de Alberto Chicote, razón por la que se inicia un enfrentamiento que acaba con el chef dejando la conversación por perdida y abandonando el restaurante.
El mal ambiente traspasa las paredes de la cocina y en el segundo servicio con Alberto Chicote en 'La Tarantella', Carmen se enfrenta a una clienta: "¡Yo a usted la he tratado con respeto, ¿vale?!", responde a la comensal encendida. Y es que la joven se quejaba de un producto equivocado y aunque llevaba razón, los dueños trataban de quitársela.
Las quejas durante el servicio continúan. En 'La Tarantella' sirven mozzarella en vez de burratas y cuando los clientes se dan cuenta y critican la tomadura de pelo, Nicola pierde los nervios: "Diles que se vayan o les echo yo a patadas".
Por fin llegan los cambios y la transformación del local y Carmen no puede contener las lágrimas al verlo. La familia está muy emocionada con el cambio y no pueden parar de agradecérselo al chef de Pesadilla en la cocina.
Nicola recibe la triste noticia de la muerte de su padre justo la noche antes de la reapertura, esto hace que sus ánimos decaigan. A pesar del duro momento por el que pasa la familia, la nueva versión de 'La Tarantella' intenta dar todo de sí misma y Chicote se funde en un abrazo de ánimo con el dueño.
Alberto Chicote alucina
La risa del dueño del CD Estoril ante el enfado de los clientes: "Me da miedo salir, me iba a ir y casi me linchan"
"¿Qué es lo divertido?", pregunta alucinado Alberto Chicote a Álex, dueño del Estoril, que entra en la cocina riéndose por el enfado de sus clientes: "Tienes a la gente fuera sin comer ni beber y cagandose en la puta...".