Alberto Chicote muestra al equipo de 'La Tarantella' el resultado de la reforma. El restaurante napolitano parece otro local. Han utilizado los colores de la bandera italiana -verde, blanco y rojo- para jugar con todo el espacio.

El mobiliario, la vajilla, la cristalería, la cubertería, la iluminación, las cartas...hacen que el renovado local sea "más acogedor y más apetecible".

Eso en sala. En la cocina ha hecho una reestructuración y una exhaustiva limpieza para empezar cuanto antes a servir los platos de la nueva oferta culinaria que ha preparado Alberto Chicote para 'La Tarantella'.

Otros momentos destacados

El servicio de reapertura supone un gran avance con respecto a lo que se encuentra Chicote el primer día que visita el restaurante. En la revisión de la cocina, el chef está a punto de vomitar por el olor de un tupper que estaba en las cámaras.

Chicote, a punto de vomitar al abrir un tupper de 'La Tarantella': "He metido la nariz con mucha valentía… me cago en la puta"

Sin embargo, el desorden y la falta de higiene son la punta del iceberg de un sistema caótico que llevará a Chicote a imponer sus normas ante la negativa del dueñode 'La Tarantella' a cambiar.

Chicote planta cara a Nicola: "¡Si tú me llamas a mí, las cosas no las vamos a hacer a tu manera, coño!"

Tras conocer un poco más el restaurante y a sus dueños, Chicote descubre que el declive del restaurante comenzó tras la enfermedad de Carmen, la dueña: "Me levanté un día y no podía caminar".

La enfermedad de Carmen, el detonante del declive de 'La Tarantella': "Me levanté un día y no sentía las piernas, no podía caminar"

A pesar del buen trabajo de todos, la reapertura no es todo lo feliz que debiera ser porque Nicola recibe la amarga noticia de la muerte de su padre la noche previa. El cocinero dedica este servicio a su padre, al que no veía desde hacía cinco años.

El momento más duro de la reapertura para Nicola: "Ya no tengo a mi padre. Esta noche se ha muerto"