Rafa arranca el tercer día de una manera más positiva. Le cita en la Lonja del pescado, un lugar al que hace años que no iba. “El venir aquí no era venir a trabajar”. Esa sensación quiere recuperarla. “Es lo que me hacía falta, el sentir como antes”, asegura el propietario del Da Vinci. Chicote quiere que vuelva al restaurante y hable con su hijo.
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