Después de conocer los platos y la situación en la que se encuentra la cocina del nuevo restaurante, Alberto Chicote tiene que asimilar todo lo que ha visto para ponerse manos a la obra durante el servicio. Una cocinera rebelde y tres propietarios sin mano para mandar serán los que traigan más de un dolor de cabeza al chef. Sobre todo la empleada, Cristina, que aprovecha el primer contacto con Chicote para echarle piropos y romper la vajilla ante uno de sus jefes.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar, recoger datos estadísticos y mostrarle
publicidad relevante. Si continúa navegando, está aceptando su uso. Puede obtener más información o cambiar la
configuración en política
de cookies.