Esta semana, Pesadilla en la Cocina viaja a Valencia para ayudar a Jorge, el dueño del restaurante 'La Terracita', un bar con clientes muy pequeños y problemas muy grandes. Y es que el bar une dos formatos muy diferentes: por una parte, es un parque de bolas para niños y por otro, un gastrobar. "Parque de bolas o jungla, como lo queráis vosotros catalogar", remarca Jorge.

"Tiene un modelo de negocio que no se parece ni de lejos a ninguno de los que hemos atendido hasta ahora", explica el chef de Pesadilla. "Bocadillos, sándwiches, hamburguesas, platos combinados (…) La carta es enorme", alucina mientras analiza el resto de decoración que hay en la entrada. Tras quedarse a cuadros, se aproxima a leer las "normas del parque infantil" que hay puestas en otro cartel. "Algo me dice que no es diversión lo que me espera", asegura.

Al pasar por la puerta, Chicote pasa de largo del dueño, que le espera en la entrada, y se presenta directamente a Paula, la camarera, que le indica con la mano que justamente el hombre que está buscando está en la entrada. "Está ahí, el que es así grandote", comenta Paula que añade: "es que parece el de seguridad". "He pasado por ahí y eso es lo que he pensado", responde Chicote.

"Encantado Jorge, perdóname que he pasado por delante tuyo y...", dice Chicote que se disculpa tras la confusión. "Tengo una presencia un poco de portero de discoteca y con un parque de bolas…Quizás a la gente le distorsiona un poco la cabeza", cuenta Jorge a las cámaras de Pesadilla.