Carlos y Xavi trabajaban juntos en la fábrica donde Xavi perdió la vida, una "casa del terror" que Carlos recuerda junto a Gonzo en Salvados. El joven confiesa que aquella fábrica era "todo lo malo que te puedas imaginar". En ella, se hacían lonas impermeables para la construcción, "para que no calase el agua".

"Pensé en Xavi para el trabajo y no dudé, él tampoco dudó. Para mí fue un privilegio. Era como tener un hermano con el que compartir las cosas, un compañero de vida. Gimnasio, salíamos...", asegura Carlos.

En aquella fábrica, trabajaban 15 personas para un trabajo que era a escala internacional. "Entrábamos sabiendo que íbamos a trabajar 12 horas, de 6 de la mañana a 6 de la tarde. Mi primo y yo entrábamos de 6 de la tarde a 6 de la mañana. Llevábamos una prensa y si no llevas cuidado te pillas la mano", cuenta a Gonzo.

Carlos, al igual que Xavi y sus amigos, dedicó su primer sueldo a ayudar en casa. "-A Xavi- Le llevaba seis meses. Siempre hemos estado las familias muy unidas, desde pequeños", añade.