Félix Ponce, exadicto a la heroína, confiesa a Gonzo el momento en el que supo que estaba enganchado. Todo comenzó cuando empezó a coger dinero en casa porque no le bastaba con el que conseguía con su trabajo. "Tienes que vender joyas, oro... ¿Cómo consigo dinero? Así era todos los días, de lunes a domingo", afirma.

Eso hizo que la relación con sus padres se tensase, ya que se dieron cuenta de que estaba cogiendo dinero. Pese a no decírselo abiertamente, Félix explica que le daban "toques" para que se diese cuenta. "Todo lo que tienes que hacer para conseguir dinero te da sensación de adrenalina, eso engancha. Hice robos menores, lo que sea por un chute", asegura.

En esa época, acudía a "los gitanos" para comprar heroína, yendo a barrios de chabolas en los que se congregaban las personas que querían consumir heroína.