Tras una jornada de trabajo, las temporeras de la fresa de Huelva vuelven a sus 'viviendas' para descansar. Allí, un equipo de Salvados, ha captado cómo hablan varias de ellas.
"Nosotras damos gracias por este sustento que nos ha dado dios", dice una de ellas. Otra asegura que no puede ahorrar nada con lo que gana: "Te juro que no ahorro ni un euro, me lo gasto todo en harina y bombonas de butano"..
Además se muestran preocupadas por la falta de empleo y el futuro: "No hay dónde trabajar y no quiero hacer cosas que no se deben hacer. Mañana seremos viejas y no tendremos quién nos mantenga, no tenemos marido, no tenemos padres, todos han muerto". Finalmente, se encomiendan a la religión: "En casa sólo quedamos nosotras, que dios nos guíe".
Jordi Évole se ha trasladado hasta Cartaya, en Huelva, para hablar con Antonio Luís Martín 'Curi', empresario fresero, que da su versión.
"La fresa era el oro rojo, pero ahora es sólo un cultivo más", asegura. Además, explica que tienen un gasto muy grande y que eso le impide pagar mejores salarios.
Sobre las temporeras, las define como "muy buenas trabajadoras y muy responsables con el trabajo que están haciendo". En este sentido, añade: "Esto es un producto alimentario que no tiene cáscara y hay coger y tenerlas muy bien concienciadas para que yo pueda tener éxito".
Évole pregunta a las vecinas de Cartaya, un municipio de Huelva, sobre el acoso y los abusos sexuales que han sido denunciados por varias temporeras. "El patrón piensa que tiene algún derecho. Fíjate lo que te digo, volvemos a la Edad Media", lamenta una de las mujeres.
"Yo pienso que es verdad. No todos, evidentemente, pero yo creo que sí, que es verdad. Hay aprovechamiento sexual", afirma otra de las españolas que lleva viviendo en Cayarta toda la vida.
Salvadosmuestra en este vídeo el terrorífico testimonio de una temporeraen 'el caso Moguer'. En él, la mujer afirma haber sufrido, como otras compañeras, acoso sexual por parte de su jefe en el campo: "Nos empezaba a rozar y a poner la mano encima".
Jordi Évole habla en Palos-Moguer, en Huelva, con la abogada Aintzane Márquez sobre los abusos sexuales que varias temporeras han denunciado sufrir por parte de sus jefes. "Soy abogada en una organización internacional que se llama 'Women's Link'. Nosotras litigamos casos en los tribunales para avanzar en los derechos de las mujeres y las niñas", afirma Márquez.
La abogada Aintzane Márquez muestraa Jordi Évole un vídeo en el que se puede ver las pésimas condiciones a las que se ven obligadas a vivir las temporeras cuando llegan a España para trabajar en el campo.
"'El País' sacó algunos vídeos de las trabajadoras en los que se ven que las duchas tienen arena y están sucias. Esto es ya una cosa que nos decían ellas mucho, como que están llenas de insectos y que había mucha aglomeración, en las habitaciones había muchas mujeres, más de las que cabían", critica Aintzane Márquez, abogada de la Organización Internacional 'Women's Link'.
"En lo que se refiere al acoso sexual, lo que las temporeras nos trasladaron es que su jefe entraba en las habitaciones cuando ellas estaban ahí, sin su permiso. Entraba, incluso, cuando se estaban duchando", explica la abogada de la Organización Internacional 'Women's Link'.
Además, Aintzane Márquez explica que "les hacía como un gesto en la cama como de 'siéntate aquí conmigo'" y que las temporeras le contaba "que, por ejemplo, cuando están trabajando, los espacios son muy reducidos y que él pasay las toca".
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