La Rosilla fue un poblado levantado por la Comunidad de Madrid en la periferia de la región. Ese lugar se convirtió en el lugar en el que los traficantes de drogas repartían todo tipo de sustancias, especialmente heroína, en los años del 'boom' por esta droga.

Así lo cuenta en Salvados Jorge Gutiérrez, médico y presidente de Madrid Positivo, que recuerda que llegaban a congregarse "20.000 personas cada día" para comprar esta droga, algo que sorprende a Gonzo. Allí, Jorge ofrecía "asistencia sanitaria básica" a quienes estaban en la zona, con muchas familias acudiendo a ellos "para preguntar por sus hijos".

"Compraban y consumían allí. Había miles de personas que no salían del poblado en unas condiciones pésimas. No tengo palabras. La gente estaba negra como el betún. Las hogueras, las manos hinchadas, chorreando sangre por todos los lados... A veces teníamos que ver si estaban vivos", asegura.