España había ilegalizado el tráfico de esclavos en el siglo XIX, pero en la colonia cubana se hacía la vista gorda.

Hasta allí se trasladó el primer marqués de Comillas a hacer fortuna. "Es un joven de una familia de pocos recursos que emigra a Cuba y acumula un notable capital, regresa a la Península, se instala en Barcelona, reproduce ese capital y se acaba convirtiendo en el empresario más rico de su generación. Ese primer capital de Cuba lo hace vinculado al complejo esclavista", explica Martín Rodrigo, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Pompeu Fabra.

Dar con las pruebas sobre el pasado esclavista del primer marqués de Comillas no fue difícil para este historiador.

"No hay más que mirar los anuncios en la prensa local, ir al archivo de Santiago de Cuba, allí aparecen los poderes y escrituras de compraventa de esclavos", destaca Rodrigo.

Al respecto, Juan Eslava Galán, autor de 'La conquista de América contada para escépticos' sostiene que "los españoles no esclavizaron a nadie en América". En este sentido, destaca que simplemente importaron negros de África, como hicieron los ingleses, los franceses, los portugueses, todo el mundo saqueó África, no solo de sus riquezas materiales, sino también de las riquezas humanas".