Marcos Hourmann cuenta su historia frente al público pero no es actor, sino médico. "La mujer a la que yo maté se llamaba Carmen", comienza su relato el que, hasta día de hoy, es el único médico condenado en España por practicar la eutanasia.
"Tuve una paciente con varias patologías juntas en un estado casi terminal a la que intenté salvar en las primeras horas, pero cuando no había nada más que hacer desde el punto de vista médico, me dijo que quería morir y no quería ver más a su hija sufrir", cuenta en laSexta Columna. Y sentencia: "Tomé la decisión de hacer lo que me pedía".
El médico preparó una inyección de cloruro potásico para acabar con su vida porque sedarla no le pareció suficiente para terminar con su sufrimiento. "Ni me planteé sedarla más. El sufrimiento innecesario no hay que alargarlo ni un segundo", opina Hourmann.
Lo que marcos dejó escrito en su informe es que había sido una eutanasia y a los dos meses, el hospital le denunció. Sin embargo, no se arrepiente de cómo actuó porque piensa que hizo "lo que tenía que hacer".
El el juicio se enfrentaba a 10 años de cárcel por homicidio pese a que la familia de la fallecida apoyaba su testimonio. Finalmente, la pena fue de un año y consiguió evitar entrar en prisión y que le inhabilitaran.
Fue en ese momento cuando decidió marcharse a Reino Unido para continuar su carrera profesional, hasta que The Sun publicó su historia apodándole 'Doctor Muerte'. "Perdí todo en 24 horas", cuenta un Marcos Hourmann que ahora relata su historia pidiendo al público que tome un veredicto: inocente o culpable.
Precisamente en Reino Unido se produjo el caso del bebé al que los médicos desconectaron para que dejara de sufrir contra la voluntad de sus padres.