En España se ha pasado en los últimos cinco años de 61 hectáreas de Cáñamo industrial a más de 500. Algunas de esas plantaciones son de Lola Murcia. Su familia se dedicó durante décadas al Cáñamo en una de las zonas típicas: la Cuenca del Segura. Hace un año, Lola rescató la tradición del cáñamo de la que sólo tiene recuerdos su madre. Sin embargo, su cultivo ahora está echado a perder.

Lola asegura que plantó cáñamo, pero en los análisis de la Guardia Civil sus plantas dieron más de 0,2 de THC. El límite que no debe superar el cáñamo para que no se considere droga. "Por debajo sería cáñamo industrial y por encima marihuana. Ese límite es muy pequeño y se puede superar por la climatología y el sol de España, que es un elemento que produce THC y no está en otros puntos de Europa", indica Héctor Brotons, abogado especialista en cáñamo industrial.

Lola está a la espera de que se resuelva su caso, pero las plantas de cáñamo que iban a ser vendidas enteras al extranjero se han perdido. Con ellas, en países como Italia o Francia, se producen cosméticos o fibra textil que se venden también en España. Sin embargo, en nuestro país no se pueden fabricar porque está prohibido.

Comparándolo con otra industria centenaria como la vinícola, sería algo parecido a poder plantar uvas y venderlas, pero no hacer vino.

"Se produce aquí, se envía fuera a ser transformado y luego se trae aquí. Volvemos a estar perdiendo beneficios para nuestro Estado", sostiene Patricia Amiguet, portavoz de la Confederación de Asociaciones Cannábicas.

"La gran estrategia de la industria es hacer creer que gracias a que se va a cultivar cannabis se van a generar muchos puestos de trabajo, el Estado va a ingresar un montón de impuestos. No es cierto, en el momento en el que se legalice, llevarán la producción a países del tercer mundo, donde no hay control sanitario y la producción es más barata", apunta Manuel Isorna, técnico en prevención de conductas adictivas.

Por otro lado, laSexta Columna muestra cómo en 1941 inventaron un coche fabricado, en parte, con cáñamo, que funcionaba con combustible hecho de esta planta. Puedes verlo en el vídeo que se incluye a continuación.

Un coche hecho con cáñamo e impulsado por combustible de la misma planta, el revolucionario invento de Ford en 1941
Un coche hecho con cáñamo e impulsado por combustible de la misma planta, el revolucionario invento de Ford en 1941