La suspensión de una patente puede parecer revolucionaria, pero no es una medida pionera. Como muestra el vídeo, ocurrió algo parecido en 1955 con la vacuna de la Polio. Esta enfermedad, solo en Estados Unidos afectó a cientos de miles de personas, entre ellas, al presidente Roosvelt.

Cuando al creador de la vacuna, el doctor Jonas Salk, se le preguntó por qué no quería patentarla, su respuesta fue muy clara: "No hay patente, ¿se puede poner una patente al Sol?". No quiso patentar la vacuna de la Polio hasta que la epidemia fue erradicada.

En otros casos, han sido los propios países los que han hecho intervenciones sobre la fabricación de medicamentos. Tras el 11S, EEUU lo hizo para obligar a Bayer a bajar el precio de un antídoto contra el ántrax.

En Brasil, en 2007 estaban sufriendo una epidemia de SIDA con 200.000 afectados y Merck, una de las grandes farmacéuticas, cobraba 30 millones de euros a Brasil por su retroviral para el VIH. El precio era el triple de lo que le costaba fabricar e importar un medicamento genérico similar. Entonces, el Gobierno liberó la patente.

Por otro lado, en laSexta Columna analizan los beneficios de las farmacéuticas. Como muestra el vídeo, estas empresas ganaron en 2020 76.000 millones de euros. Una cifra que podrían llegar a duplicar en 2021.

La vacuna de Pfizer
Pfizer, la farmacéutica sospechosa de dejar de investigar un fármaco contra el Alzheimer porque no le salía rentablelaSexta Columna