En primer lugar, Chicote acierta sin dudarlo: "están batiendo huevos con un tenedor". En la segunda prueba, después de dudar un poco, Chicote vuelve a dar en el clavo: "están cortando cebolla".

Con el tercer sonido Chicote no tiene tanta suerte, ya que confunde el sonido de un exprimidor con el de "algún tipo de batidora".

Por último, el sonido de un huevo al freirse no presenta ningún tipo de problema para Chicote, que lo acierta en el primer instante en que empieza a sonar.

"Hay dos cosas que son muy difíciles de explicar y de definir en una cocina: el sonido de las cosas y el aroma. Lo puedes reconocer pero es muy difícil explicar, ¿cómo le explicas a alguien cómo olía en tal sitio?. Tampoco es fácil de explicar cómo suena un huevo frito, pero en cuanto oyes algo o lo hueles, tienes la capacidad de viajar de un lugar a otro. Es como si se te metiera dentro y luego eres capaz de reconocerlo en el fin del mundo", apunta el experto gastronómico.