El fenómeno ultra en el mundo del fútbol no es una novedad, sin embargo, Alemania ha desplegado el mayor dispositivo de seguridad de su historia en estos términos con motivo de la Eurocopa. Los expertos apuntan que el punto de inflexión fue en 2016, durante este mismo campeonato futbolístico, en el que un grupo de rusos se enfrentaron contra hooligans británicos en la ciudad francesa de Marsella. Pero, ¿por qué es tan importante ahora?

El periodista de 'El País' y autor de 'Fariña' ha ofrecido las claves este sábado en laSexta. Según asegura que le relataron agentes policiales, el problema actual es que "están más organizados por lo que tienen en jaque a la Policía". Si antes llegaban "hordas de hooligans que ponían ciudades patas arriba (...), ahora nos encontramos con que se detectan grupos más organizados".

Unos grupos, cuyos miembros son "más atléticas", cuentan con "conocimientos en artes marciales", van todos "vestidos de negro". Al fin y al cabo, son "una subcultura urbana en la que también se imitan estéticas". En definitiva, "Europa está imitando una moda del este", la cual el mismo Carretera define como "casi paramilitar". Es por estas razones, "que ponen en jaque a cualquier ciudad europea".

Y aunque las fuerzas de seguridad "estén preparadas, es muy díficil parar esto". De hecho, recuerda que "los ultras en Europa" que "tienen más de 50 años" de historia tienen una forma de "entednder el fútbol de pie", es decir, "un fútbol de grada" en el que "la pasión" es protagonista. Cuestión que no es problema, hasta que aparece lal violencia, explica Carretero.

Una "cultura de grada" en la que también existen "grupúsculos más concretos" a los que "el aprtido les da igual" porqque "lo que buscan es un enfrentamietno violento". Eso sí, cabe destacar esta "cultura de grada" no está tan desarrollada entre los aficionados españoles que "son más de andar por casa y vestirse de toreros".