Rusia ha cambiado en las últimas semanas su estrategia de guerra frente a Ucrania y ha pasado a atacar las infraestructuras energéticas del país de Zelenski con el objetivo de dejar sin luz y agua caliente a toda la población civil. Una táctica que, para Ruth Ferrero, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, tiene preocupantes y terroríficas similitudes con otra que aplicó el dictador Iósif Stalin a principios de los años 30: "Ya se está empezando a acuñar un término en Ucrania, que es el 'Kolodomor'. Si el Holodomor fue la muerte por hambre, esta es la muerte por frío".
Según ha advertido Ferrero, el Kremlin "está siguiendo esta estrategia con un triple objetivo: aterrorizar a la población civil, retrasar el avance de las tropas ucranianas y generar una crisis humanitaria de flujos migratorios, como consecuencia del gran apagón y la llegada del invierno, con las temperaturas bajo cero". Para la docente, "esto es un ataque directo" de Rusia a occidente: "Una vez más se utilizan los flujos migratorios como arma política para conseguir objetivos políticos, disuadir a la unión europea de su ayuda a ucrania".