Adelia, Sandra y Martina: la mujer en tres generaciones
Hasta la Constitución de 1978 la mujer no disfrutó de la equiparación jurídica al hombre, Adelia lo vivió de primera mano. Le tuvieron que dar permiso para abrir una cuenta en el banco y sacarse el carné de conducir. Su hija, Sandra, con 48 años, ha sufrido la desigualdad laboral: perdió su trabajo en sus dos primeros embarazos. Por su parte, Martina, de 23 años, no se imagina tener que depender de un hombre para cualquier cosa.
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