Rabia, indignación e impotencia. Es lo que se sigue viviendo entre los profesionales del sistema sanitario español. "El personal de guardia de urgencias está siendo el mismo ahora, con 60 camillas en urgencias, que en 2008, con 15", ha denunciado Marina Parra, médica de Urgencias del Hospital Infanta Sofía. Dicen basta a esta situación. "Venimos cansados, frustrados, llorando muchas veces", lamenta Itziar Fortuni, también médica de urgencias en el Infanta Sofía. El sistema de salud nacional atraviesa, según advierten, un momento muy complicado.
Sin ir más lejos, en el Hospital de la Paz de Madrid no pueden más. "Hay una sala en la que ha llegado a haber 46 pacientes cuando solamente había 18 camas", ha subrayado Guillem del Barrio, enfermero de urgencias de este centro hospitalario. La situación la sufren pacientes como Marta Molina, que lleva siete meses de espera para una colonoscopia sufriendo "dolores rectales muy fuertes y también en el estómago". En su caso, tuvo que contratar un seguro privado cansada de esperar. Sanitarios al límite que dan la voz de alarma.