Patricia Garralda, madre divorciada con dos hijos, vio cómo su cuenta bancaria pasaba de 24.000 euros a 17 euros solo con un mail y una llamada de teléfono. "Recibí un mail avisándome de que un dispositivo no habitual había entrado en la app de mi banco. Yo llamé al banco y la llamada falló y entró casi a la vez una llamada que ponía ING, y se presentaron como el Departamento de Ciberseguridad, y a todas luces era el banco", recuerda la mujer.
En este sentido, Patricia destaca que "usaban términos bancarios y sabían todo" sobre ella: "DNI, nombre completo, el número de cuenta, e incluso sabían datos históricos que solo podía manejar el banco". "Así, en la misma llamada me condujeron a comprobar que efectivamente había entrado un dispositivo no habitual en mi aplicación", señala, a lo que añade: "los estafadores, que yo no sabía que eran, me pidieron desvincular mi móvil de la aplicación y desinstalármela, y en media hora tuvieron acceso a mi cuenta".
Al estar ella desvinculada, "pudieron hacer desde dentro lo que quisieron". "Ellos operaron libremente. Hubo 15 movimientos, de 6.000 euros, 2.000 y de hasta 8.000 euros, y yo pasé a tener 17 euros en la cuenta con el gas, la luz y el comedor de mi hijo todavía pendiente de pago", expresa.
Tajante contra Franco
Celia Villalobos, sobre los años posteriores a Franco: "Lo que vivimos en 1975 y 1976 no era democracia, ni se le parecía"
Celia Villalobos, de 75 años y vividora de algunos años del Franquismo, recuerda cómo fueron los años posteriores a la muerte del dictador: "En 1975 el Franquismo estaba vivo, los de CCOO seguían en la cárcel y se fusilaron a miembros de ETA".