Para los dueños de algunos restaurantes, es más importante tener una buenas valoraciones en los motores de búsqueda de internetque ofrecer un buen servicio a sus clientes. Este es caso de la franquicia de restaurantes en la que trabajaba Manuel Vázquez, quien ofrece su testimonio a este programa de ¿Te lo vas a comer?. Alberto Chicote se encuentra con él en las puertas de una oficina del Servicio Público de Empleo Estatal. El camarero, que llevaba más de cuatro años trabajando en este local, fue despedido por culpa de una reseña negativa online.
"Les comunico que el motivo de la cancelación de mi mesa no fue otro que la falta de fiabilidad, de educación y respeto que tuvieron dos de sus empleados. En definitiva, una pésima atención la que recibimos por su parte", reza el escrito. Sin embargo, la versión de Manuel sobre este incidente es muy diferente. "El cliente quería una mesa en particular y yo esa mesa no la tenía, porque había otra persona que la estaba utilizando. Se le dieron un montón de posibilidades. No quiso ninguna y se fue. Al día siguiente, escribió la reseña", relata al chef.
Su encargado está obsesionado con este asunto y tanto él como sus empleados viven bajo la tiranía absoluta de las reseñas. En el grupo de WhatsApp de los trabajadores informa y lleva la cuenta de estas opiniones, instándoles a conseguir cada vez más y más.
El trabajador desvela cuál es la sorprendente política de la empresa a este respecto. "A nosotros, nos hacían decirle al cliente que nos pusiera una reseña en Google, para que apareciéramos sobre 5. Cada semana, teníamos que pedir mínimo 15 comentarios. Si no lo cumplías, te venía el jefe y te ponía a comentar toda la semana. En vez de dar servicio o comandando, íbamos con la PDA a las mesas", cuenta.
"Familia, ¿qué tal? Os invito a unos chupitos a cambio de una reseña", recuerda que decía a los comensales. El código QR estaba impreso en una pegatina en la parte trasera de la PDA, para facilitar la práctica. "El que consiga 30 comentarios en una semana, le doy un día libre", incentivaba su encargado a los empleados.
"Lo importante no es comer, lo importante es la reseña. Ese es el objetivo", reflexiona.
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Al conocer todos los detalles de esta estrategia de marketing, Chicote no puede evitar sospechar de aquellos restaurantes que siempre ocupan las primeras posiciones en los rankings, la mayoría de ellos, pertenecientes a grandes cadenas. "Yo pensaba que podía ser porque lo hacían extremadamente bien, pero ahora estoy empezando a pensar que igual lo que tienen es una muy buena política de conseguir reseñas a costa de lo que sea". "Es una mafia. La cadena en la que yo trabajaba tiene 100 restaurantes en España", indica Manuel.
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