El crimen de Patraix

La trampa que tendió la Policía a la 'viuda negra' de Patraix y dinamitó la investigación del asesinato de Antonio Navarro

Con la investigación sobre el crimen de Patraix estancada, la Policía determinó un plan para ver si Maje y Salvador, su examante, caían en la red: desvelaron que tenían a un sospechoso para ver cómo reaccionaban a la noticia.

La trampa que tendió la Policía a la viuda negra de Patraix y dinamitó la investigación del asesinato a Antonio Navarro

Cuando la investigación se centró en Salvador Rodrigo Lapiedra, examante deMaje, se procedió a pedir su posicionamiento el día de los hechos. A los agentes les llamó la atención que nunca apagara el móvil excepto el día de la muerte de Antonio Navarro, y es que su teléfono no volvió a tener señal.

Además, destaparon un punto donde ambos teléfonos, el de Salva y el de Maye, coincidan. Este indicio hizo que la sospecha se centrara en ellos dos. Sin embargo, no había ninguna prueba de que alguno hubiera sido el autor material de la muerte de Antonio.

Llegados a un punto donde la investigación parecía estancada, la Policía decidió tender una trampa a Maje, para ver así su reacción. Los agentes llamaron a la familia de la víctima, desvelándoles que tenían un sospechoso y explicando que estaban esperando a reunir las pruebas necesarias para realizar su detención.

Este avance alertó a Maje, quien llamó a Salva para darle la noticia. La conversación entre ambos destapó muchas de las sospechas. "No temas, si temes por mí, no lo hagas", le dijo Salvador a Maje, a lo que ella respondió: "Entonces la justicia, ¿qué? ¿Es una mierda?".

Estas declaraciones mostraron que los sospechosos pensaron que "el investigado estaba siendo otra persona que con antecedentes previos". "Quizás lo que ha ocurrido es que tienen a alguien, algún sospechoso, que ya haya tenido algún delito; tienen que recabar más información para achacárselo a esa persona. Me tendrían que estar investigando a mí y no lo están haciendo", le comentó Salva, como se puede ver en el vídeo sobre estas líneas donde aparecen los mensajes que se intercambiaban.

Esta conversación precipitó que quedaran en una cafetería y ahí, el 2 de enero de 2018, cavaron su propia tumba.