Con la creciente sofisticación de las herramientas de Inteligencia Artificial (IA), es cada vez más difícil distinguir entre imágenes generadas digitalmente y fotografías auténticas, pero hay ciertos detalles que pueden delatar a las creaciones artificiales.

El primer consejo que dio Isabel Forner es buscar elementos ilógicos en la imagen. La IA a veces tiene dificultades para recrear ciertos detalles de manera coherente, lo que puede resultar en escenas o elementos que simplemente no tienen sentido.

Un ejemplo común es examinar los dientes, ya que en ocasiones la inteligencia artificial tiene problemas para recrear esta área con precisión, produciendo imágenes en las que los dientes pueden verse desalineados o de forma extraña.

Otro truco para detectar una imagen generada por IA es fijarse en los ojos. A veces, los ojos en las fotos generadas por IA pueden estar mirando en direcciones distintas, lo que es una señal de que algo no está bien.

Asimismo, contar los dedos es otro método sencillo, pero efectivo para determinar si la imagen es real o creada artificialmente, ya que la IA puede producir imágenes en las que el número de dedos no coincide con la realidad.