La partida comenzó con un ritmo trepidante, con ambos jugadores mostrando su habilidad y determinación. Cuando el marcador estaba en empate y se jugaban el todo por el todo, Valeria Ros propuso extender el juego a más sets. La respuesta de Mateo fue directa y sin rodeos: "Y una mierda".

El partido estuvo marcado por constantes quejas y disputas sobre las técnicas de juego del adversario. Tanto Dani Mateo como Valeria Ros no dudaron en señalar las presuntas trampas que el otro había cometido en un intento por ganar. Las tácticas y estrategias de ambos jugadores llevaron el juego a un nivel de tensión considerable, evidenciando que, para ellos, la victoria era lo más importante.