Dani Mateo explica que su padre estaba "obsesionado" con que él de pequeño estaba "gordo". Es por eso que le apuntó a natación para ver si bajaba de peso; sin embargo, ocurría todo lo contrario. Cada semana que pasaba el presentador "estaba más gordito y no era músculo", explica.

"Yo iba a natación y ganaba peso. Y os aseguró que no era músculo", explica Dani Mateo. Su padre no encontraba explicación a lo que sucedía, entonces recurrió al espionaje, según narra el presentador, y fue en ese momento cuando descubrió el secreto que mantenía su hijo con su abuela.

"Como me llevaba mi abuela, al recogerme me traía un bocadillo de tortilla de patatas de grandes dimensiones. Y me lo comía entero. Y claro, como iba tres veces a la semana a natación...", revela el presentador, pues al final el deporte no terminaba sirviendo para mucho.