Desde su primera travesía bajo la propiedad del magnate Adnan Khashoggi, conocido como "El rey de Marbella", hasta sus días como el extravagante 'Trump Princess' bajo la tutela del expresidente Donald Trump, esta embarcación ha dejado una estela de historias tan grandiosas como sus dimensiones.

Khashoggi, figura prominente en los años 80 con un patrimonio estimado en 40 millones de euros, fue el primer propietario del Kingdom 5kr. Pepa Rus, comentando con su característico humor en una reciente entrevista, señaló: "¿A qué se dedicaba este hombre? ¿Tenía una mercería? No traficaba con armas", ilustrando el aura enigmática que rodeaba al hombre detrás del yate que alguna vez dominó los mares y los titulares.

Sin embargo, la fortuna de Khashoggi pronto se vio eclipsada por problemas legales, obligándolo a vender su preciado navío. En ese momento, el Sultán de Brunei, conocido por su vasta riqueza estimada en 18.000 millones de euros, se convirtió en el siguiente propietario. "Se quedó poco tiempo porque no le hacía mucha ilusión, él era más de ir a camello", bromeó Pepa Rus sobre el breve paso del sultán por la historia del yate.

Pero fue bajo la propiedad del entonces magnate inmobiliario y posterior presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que el Kingdom 5kr experimentó su siguiente transformación. Trump adquirió la embarcación por 28 millones de euros y la rebautizó como 'Trump Princess'.

No conforme con su esplendor original, Trump añadió lujos adicionales como una sauna, un ascensor, una discoteca reluciente, pasillos secretos y hasta un pequeño hospital, transformando el yate en una manifestación flotante de su estilo de vida opulento y su visión exclusiva.