En las imágenes, se puede ver cómo un hombre entra al establecimiento y se encuentra con que la dependienta está dormida sobre el mostrador.

A pesar de la tentación, el hombre actúa con una integridad ejemplar. En lugar de aprovechar la situación, decide guardar el dinero visible en el mostrador bajo un bote de caramelos, asegurando que no pueda ser robado. Luego, continúa con sus compras de manera completamente honesta.

El joven no se limita a dejar el dinero en su lugar, sino que también procede a escanear los productos él mismo y realiza el pago con su tarjeta. Para demostrar su honestidad, muestra el ticket de compra a la cámara, dejando claro que no ha tomado nada sin pagar.