Trolas que se convierten en delitos

Paco Jiménez da las claves del caso del hostelero que fingió su secuestro: así pagó a dos policías con 500 euros y cocaína

En su sección de hoy, Paco Jiménez analiza trolas muy gordas que terminan convertidas en delitos. Es el caso de un hostelero que, para justificar sus días de ausencia en el trabajo tras noches de juerga, 'contrató' a dos policías para fingir su secuestro.

En su sección de hoy, Paco Jiménez analiza trolas muy gordas que terminan convertidas en delitos. Es el caso de un hostelero que, para justificar sus días de ausencia en el trabajo tras noches de juerga, 'contrató' a dos policías para fingir su secuestro.

Un día más, Paco Jiménez visita el plató de Zapeando para hablar de crímenes que, en este caso, son mentiras muy gordas que terminaron en delitos. Es el caso del hostelero madrileño que, tras varias noches de fiesta que se le fueron de las manos y pasar varios días sin acudir al trabajo, decidió fingir su secuestro.

Para dar mayor credibilidad a su historia de que había sido raptado por una banda que se dedica a estafar con criptomonedas, 'contrató' a dos policías, a los que pagó con 500 euros y cocaína. Uno de ellos, explica el periodista de sucesos, "era el escolta del presidente del Tribunal Constitucional en aquel momento".

Paco explica que la primera idea del hostelero pasó por poner una denuncia falsa, pero cuando su amigo policía le dijo que podría meterse un lío, le propuso un "teatrillo" junto a un compañero. El hostelero se presentó en la oficina con un moratón en el ojo y un corte en el abdomen y luego entraron los agentes con supuestas nuevas pruebas del secuestro para que "el jefe se tragase la bola".

Sin embargo, todo el engaño se descubrió porque precisamente le policía que era su amigo estaba siendo investigado por asuntos internos por un tema de tráfico de drogas: "Tenía el teléfono pinchado y los investigadores se estaban enterando de todo", señala Paco.

De este modo, los dos agentes fueron acusados de cohecho y el hostelero de cohecho y, además, tráfico de drogas por pagarles con cocaína.