"Inútil". Así calificó la jueza que llevaba la investigación del crimen de Alcàsser el hecho de interrogar a la tripulación del barcoen el que había estado Antonio Anglés. Así se desprende de un auto a finales de 1996, una postura que no cambió hasta llegar a 2019.

26 años después de aquella decisión, la Unidad de Fugitivos de la Policía requirió toda la información obtenida por esta investigación periodística en Reino Unido, lo que sirvió a la jueza para reabrir la investigación, así como para solicitar interrogar a todos los tripulantes del barco City of Plymouth.

Sin embargo, ahora ya es tarde. Muchos de los tripulantes ya han fallecido, incluidos los dos marineros con los que hablamos. Ya nunca podrán ser interrogados.