Hay personas que se conforman. Otras que luchan por conseguir su sueño. Javier Peña es de los segundos. Durante años relegado a escribir discursos en la Xunta de Galicia, en un puesto que detestaba y con una jefa en la Consellería de Traballo e Benestar con la que no se entendía en absoluto, se refugió en la escritura. "Te sientes tan alienado, tan disconforme con lo que haces... que eso genera esa infelicidad que da título al libro y que era el sentimiento que yo tenía", explica Javier. Así, para demostrarse a sí mismo que "podía escribir otras cosas que no sean discursos políticos" empezó esta novela, en casa, por las noches, simultaneándola con su trabajo.
Cuando se dio cuenta de que Paula "no iba a volver", se concentró en la novela
La editorial Blackie Books confió en él, pero mucho antes lo hizo su mejor amiga, Paula, a quien va dedicado este libro. Ella era además su compañera de trabajo, por quien podía soportar ese puesto que odiaba. Pero cuando ella enfermó de cáncer, a Javier le cambiaron las prioridades, sobre todo cuando se da cuenta que "ella no iba a volver". Ambos habían fantaseado con la idea de hacer una serie sobre las curiosidades de trabajar en la Xunta, unos planes que se quedaron en nada. Pero Javier, lo dejó todo y se concentró en esta novela.
¿El resultado? El exitazo de 'Infelices' (Blackie Books, 2019) habla por sí sólo. La crítica y el público lo adoran. El título ha corrido de boca en boca por las redes. Y a estas alturas quien escribe este artículo da hasta un poco las gracias porque Javier Peña tuviese esa etapa en la que él creyó que no era feliz... probablemente sin eso nunca le hubiésemos descubierto.
Esto es ficción
Javier Peña lo deja claro desde el minuto uno. Los cinco personajes protagonistas tienen mucho de él y hay un punto de partida que es autobiográfico, pero por lo demás esta es la historia de Moritz, Hans, Rudolph, Karl y Marga. Eso sí, entender 'Infelices' (Blackie Books, 2019) conociendo todo el contexto del autor es mucho más fácil.
"Sin el humor, sería imposible soportar la dureza de la vida"
No sólo por esa experiencia vital que comentábamos al principio, sino porque en este libro hay mucho de su procedencia gallega. Javier habla de "retranca gallega", que se plasma en los personajes. "Normalmente a los gallegos siempre se nos tilda de pesimistas y yo lo soy. Somos pesimistas, pero a la vez nos reímos mucho de cuando las cosas no van bien". "Sin el humor", dice Javier, incluso en estos momentos de confinamiento, "sería imposible soportar la dureza de la vida".
Una dureza, unos pecados, unos sentimientos que, cada uno a su manera, narran cada uno de los personajes del libro. Más de cincuenta capítulos muy cortos que nos dejan al lector con una especie de "puzzle narrativo" para que podamos encajar las piezas.
Amigos felices
Que no les engañe el título del libro. Sí, en esta novela se habla de infelicidad o de la búsqueda de la felicidad pero sobre todo, y mucho, de la amistad.
Cuatro de los personajes son amigos de facultad. Estudiaron juntos periodismo en Santiago y hasta formaron una especie de club de esos que se crean con cuando eres joven: el Círculo del Viena. De esos tiempos universitarios, la vida les ha llevado a cada uno por su lado. Uno es asesor político, otro periodista y galán de éxito, otro escritor obsesivo y otra madre incapaz de comprender a su hija.
¿Con la edad perdemos la capacidad de ser felices?
Todos representan también, de algún modo, la frustración con una carrera universitaria que el propio Javier estudió. Es la "realidad del periodismo. La diferencia entre lo que piensas cuando estudias y la precariedad del sector", con un poder de influencia casi nulo.
Y en estos personajes, el autor vuelca además su visión de la amistad. No sólo porque el quinto personaje (Marga) tiene mucho de Paula, su mejor amiga, sino también porque podemos comprobar cómo la amistad no es igual a los 18 que a los 40.
¿Con la edad perdemos la capacidad de ser felices? No. Buscamos constantemente la felicidad. El ser humano es así. Creemos que, como se suele decir, cualquier tiempo pasado fue mejor, pero entonces nos olvidamos de disfrutar el presente. Incluso con pandemia mediante, se puede ser feliz. Lean 'Infelices' y saquen su propia moraleja.