Ignacio Peyró

Editorial: Libros del Asteroide

Año de publicación original: 2025

Julio Iglesias lleva ahí, en nuestra vida y en la de todos, décadas. Su voz, sus gestos, su "hey", su mano abierta acercándose a la cintura, su sonrisa "picantona" y su moreno marbellí son tan España como comprar lotería del trabajo no le vaya a tocar al imbécil de García, el portafotos de "no corras, papá" pegado en el salpicadero del coche, el mus o poner el dedo en el Bollicao antes de que tu amigo le diera un bocado en el recreo para que no mordiera más de lo deseado, porque uno es generoso, pero sin pasarse.

La vida de Julio Iglesias la conocemos todos, pero quizás no le hemos dado la importancia que merece a todos sus logros

Esas pequeñas cositas que nos hacen ser quienes somos, pero quenunca saldrán en los libros de Historia aunque sí permiten escribir las historias individuales.

De Julio Iglesias hemos cantado sus canciones en karaokes, en casa, hemos conocido sus amoríos, a sus hijos, a los hermanos de sus hijos y siempre ha estado ahí de fondo, pero quizá porque siempre ha estado ahí y su vida ha sido fagocitada por la prensa del corazón no le hemos dado la importancia que merece a todos los logros que consiguió, que fueron muchos. El periodista Ignacio Peyró ha tratado de cambiar esto con El español que enamoró al mundo.

Las obras quedan, las gentes se van

Cuenta Ignacio Peyró que no quería escribir una obra condescendiente con el artista, pero tampoco como un fan y uno de los mayores esfuerzos consistió en que no se notara que el tipo le cae bien. El resultado es un libro divertido, mucho, sobre un artista que, al estilo de la familia Alcántara de 'Cuéntame', ha estado presente en algunos de los capítulos más interesantes de nuestro país. Y que ha sabido, y ese es uno de sus mayores logros, caer bien a pesar de todo.

Porque fue jugador juvenil del Real Madrid, el mayor emblema internacional del franquismo. Y a partir de ahí, su vida ha estado repleta de acontecimientos históricos. Como cantante, en una época en la que se llevaba la canción protesta, él le cantaba a otras cosas. Podría 'La vida sigue igual' pasar por una canción protesta, una crítica velada a la continuidad del régimen, pero no lo es.

Julio Iglesias, como los sofás de escay, nació tan pasado de moda que ya nunca pasará de moda

Podría caer mal a un sector de la población por haber sido el yerno ideal del franquismo, pero siempre consigue salir airoso de ello, como airoso sale de sus fotos con Zaplana o de ser parte de aquel pelotazo urbanístico que pretendía destrozar una parte de la costa alicantina.

Tampoco le ha pasado factura ser un descarado mujeriego en estos tiempos en los que ya no perdonamos según qué actitudes por mucho que fueran otros tiempos. Es como si existiera un pacto no escrito de no agresión a Julio Iglesias porque en el fondo, como decía arriba, a pesar de todo nos cae bien. Julio Iglesias como los sofás de escay, nació tan pasado de moda que ya nunca pasará de moda.

Y cuando ya parecía que nadie se acordaba de él, las redes sociales lo recuperaron con memes con su cara

En su biografía también se cruzan el Festival de Benidorm, haber cambiado la imagen que se tenía en Estados Unidos de los latinos, el escrutinio de las primeras elecciones democráticas desde la II República (esa noche estrenó 'Soy un truhan, soy un señor' en un programa especial de TVE que amenizaba la espera de los resultados) y la banda terrorista ETA, que secuestró a su padre en 1981.

Y cuando ya parecía que nadie se acordaba de él, las redes sociales lo recuperaron para una nueva generación con memes con su cara y Rigoberta Bandini, lo más molón que le ha pasado a la música en los últimos años, le dedica una canción (y otra a Pamela Anderson porque esta chica sí que sabe abrazar lo que somos). Si esto no es ser una estrella total, yo ya no sé.

Un libro plagado de anécdotas

Una de las anécdotas que se recogen en el libro, y son constantes, tiene que ver con la participación de Julio Iglesias en el Festival de la Canción de Eurovisión y cómo para evitar que este muchacho tímido se metiera las manos en los bolsillos del traje se los cosieron. Y al menos este día salió solo.

Estaba tan nervioso antes de salir al Festival de Benidorm que se bloqueó y tuvieron que empujarlo al escenario

Cuentan que estaba tan nervioso antes de salir al escenario del Festival de Benidorm (por cierto, participó por una carambola del destino, porque el cantante se puso malo días antes y él, como letrista, tuvo que asumir la responsabilidad de defenderla) que se bloqueó y hubo que darle un pequeño impulso. Literalmente tuvieron que empujarlo al escenario. Y sí, él no quería cantar porque se consideraba solo un autor, pero el destino tenía otros planes.

Y quizá esta sea una de las cosas más sorprendentes de esta biografía, que al condensar en unas páginas una vida tan larga observamos de golpe la evolución de niño a hombre (guiño, guiño), de muchacho tímido que quería escribir para otros a ambicioso artista que no admite ser comparado con nadie porque él es Julio Iglesias y punto.

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