Como cada año por estas fechas, empezamos con la llamada operación bikini. Pero ¿por qué no deberíamos hacerla caso? Realmente, la mayoría de estos planes fracasan y no alcanzan el resultado deseado. Para adelgazar, es importante seguir otro tipo de métodos más sencillos, sobre todo más saludables y además, personalizados, adaptados a cada persona.

"La operación bikini o aquellas dietas que buscan perder peso muy rápido para épocas concretas del año no tiene sentido, y tampoco duración a largo plazo. Se estima que solamente el 10% de las personas que se “ponen a dieta” de este tipo, mantienen el peso perdido a los pocos años", explica a laSexta.com Andrea Calderón, dietista-nutricionista, secretaria científica de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) y profesora de la Universidad Europea.

Uno de los motivos por los que fracasan es porque "la necesidad de adelgazar viene por un agente externo (publicidad, redes sociales, estereotipos...) en vez de propio o interno. Por lo que sólo teniendo en cuenta ese factor ya empieza la cosa mal... Si hacemos una acción que realmente nosotros no queremos, ¿cómo vamos a conseguir comprometernos o responsabilizarnos en el proceso?", afirman por su parte la dietista nutricionista Mireia Elías y la psicóloga Lucía Ongil, del centro de Alimentación 3S.

De hecho, "es irónico, pero dietas de este tipo, terminan haciendo que la persona engorde más del punto inicial, y en cada intento, todavía empeoramos la situación", añade Calderón. Y eso sucede por tres motivos principales. Primero -enumera- "porque son dietas muy restrictivas, carentes de nutrientes y mal planificadas, que no pueden alargarse mucho tiempo, ni por salud física, ni por salud mental".

Dietas de esta tipo, como la operación bikini, terminan haciendo que la persona engorde más, y en cada intento de seguirlas, todavía empeoramos la situación

Andrea Calderón, dietista-nutricionista

Segundo porque son planes dietéticos no adaptados a los gustos y condiciones de cada persona, por ello, "se ven más como un sacrificio con fecha de caducidad, que como un cambio de hábitos saludables que quiero instaurar en mi vida para siempre".

De forma más detallada, debemos explicar que "al principio este tipo de dietas hacen que pierdas mucha agua, dando la falsa sensación de que funcionan estupendamente y de repente crees que te estancas", explica Calderón.

Después, "a medio plazo, no solamente te hacen perder grasa, sino también músculo, justo lo contrario a lo que buscábamos (por ello, nunca podemos hablar de 'perder peso' sino de mejorar composición corporal). De modo que finalmente, el resultado es que pasado 2-4 meses de esta supuesta operación biquini hemos empeorado nuestro metabolismo, perdido algo de grasa, pero empeorado la composición corporal. Y sobre todo, también habremos perdido salud mental".

Porque sin duda, este tipo de dietas y de operaciones bikinis, "promueve la insatisfacción corporal. Es imposible que en tan poco tiempo consigamos los cuerpos que se nos proponen como ideales, por lo que acabaremos frustrados", afirma también la dietista-nutricionista Azahara Nieto.

Y es que "la famosa 'operación bikini' nos lleva a establecer objetivos irreales a corto plazo, muchas veces imposibles de alcanzar, lo que nos produce una sensación de fracaso y frustración con nosotros mismos por no cumplirlos", añaden Elías y Ongil.

Por ello -señalan ambas expertas- "el objetivo de olvidarnos de esta operación bikini es la aceptación de nosotros mismos y nuestro cuerpo, así como la valoración de la salud por encima de la imagen, que nos llevará a crear hábitos de vida saludables tanto a nivel psicológico, como de alimentación y de ejercicio físico, y de esta manera mantenerlos de forma prolongada en el tiempo y sin esfuerzo, dando prioridad a la salud frente a la imagen".

Así, si queremos adelgazar que sea por salud, porque para tener una buena salud y disminuir el riesgo de enfermedades es importante mantener un peso sano.

Las claves para adelgazar (sin hacer ninguna operación bikini)

"Nuestra máxima fundamental que siempre decimos a nuestro pacientes en consulta es que 'la pérdida de peso (grasa) se produzca como consecuencia indirecta de restaurar salud'. Con esto, lo que queremos transmitir es que el foco se ponga en equilibrar hormonas, bajar inflamación, cuidar la salud digestiva, aumentar la energía y mejorar el descanso, regular emociones y estado de ánimo... En definitiva, aumentar calidad de vida y bienestar, tanto físico como emocional", aseguran Elías y Ongil.

Nuestra máxima fundamental es que la pérdida de peso (grasa) se produzca como consecuencia indirecta de restaurar salud

Mireia Elías y Lucía Ongil, nutricionista y psicóloga

Como hemos dicho antes, si queremos adelgazar que sea por salud y que sea cómo nosotros queramos. Las claves generales, según exponen ambas expertas, son fundamentalmente 10: consumir alimentos frescos y de temporada; aumentar los alimentos vegetales y las proteínas magras; utilizar el plato de Harvard como herramienta para medidas cantidades (la clave está en las cantidades y no en las calorías); aprender a escuchar nuestras sensaciones de hambre y saciedad; comer de forma consciente; reducir la ingesta de alimentos ultraprocesados y evitar el alcohol.

El resto de claves: dormir lo suficiente; regular el estrés y por último, hacer ejercicio físico, movernos a diario (no es lo mismo ejercicio que movimiento) y realizar entrenamiento de fuerza al menos, 2 días a la semana, como marca la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Es importante pensar en un estilo de vida que podamos mantener durante mucho tiempo. Para ello, tendremos que basarnos en la adherencia a esas pautas. En la rutina, ordenar nuestra alimentación con estructura de horarios basada en las sensaciones de hambre", explican las expertas. En el caso de no saber hacerlo, lo mejor es ponerse en manos de un profesional: lo importante es que el hábito se mantenga en el tiempo, es decir, que aprendamos una forma de comer (y de vivir) para siempre, para después no volver a recuperar lo perdido.

Otra de las claves importantes que debemos quitarnos de la cabeza es que "debemos dejar de asociar perder grasa a comer poco o no poder comer muchas cosas, porque esto es un grave error", sostiene Calderón: "Comer poco no adelgaza, de hecho, a largo plazo, es un efecto rebote asegurado. La verdadera clave es mejorar la flexibilidad metabólica de la persona y la eficiencia del uso energético".

Así -continúa la nutricionista- "las personas con mejor flexibilidad metabólica responden mejor a la restricción calórica leve, pueden perder grasa comiendo más y sin pasar hambre, y aprovechan mejor los nutrientes que ingieren. Para conseguirlo, no consiste en reducir calorías sino en aumentar el ejercicio físico y sobre todo el ejercicio de fuerza, en mejorar masa muscular, dormir bien, comer suficiente proteína y vegetales… En resumen, mejorar acciones concretas que lejos quedan del concepto 'operación biquini'".

Si realmente quieres adelgazar o cuidar tu alimentación, acude a un especialista, alguien que dedique el tiempo suficiente a escucharte. Que te haga un plan nutricional lo más adecuado para ti

Azahara Nieto, dietista-nutricionista

Por ello, y en opinión de Nieto, "si realmente quieres adelgazar o cuidar tu alimentación, acude a un especialista, alguien que dedique el tiempo suficiente a escucharte, a través de una buena historia clínica, en la que te pregunte tus horarios, gustos, patologías si las hubiera, actividad física, sueño, estrés y muchas más cosas … y desde ahí, que trace un plan nutricional lo más adecuado a ti".

Lo importante como explicamos en este artículo es que las dietas o los planes para perder grasa sean individualizados, que se adapten siempre a ti y no tú a ellos. Por ello, "no pongas tu salud en manos de cualquier influencer, o cualquier manual impersonal, o siguiendo a los que aplican el 'a mí me funcionó'. Esto traerá consecuencias siempre", concluye esta experta.