No hay nada como que un partido de la izquierda transformadora tenga un cargo en un gobierno para que disuelva sus exigencias, peticiones y discursos hasta socialdemocratizarse y que, tras su salida del ejecutivo acabe, como el comportamiento del converso, siendo los más radicales para intentar expiar su culpa y vergüenza por haberse levantado a aplaudir a Volodimir Zelenski, no haberse atrevido a manifestarse en contra de la OTAN o haber formado parte del gobierno que aumentó el presupuesto en defensa de manera más importante en democracia.
El partido que puso a un general de la OTAN en primera línea para conseguir el favor de los estratos sociales más timoratos a votar a la izquierda plantea ahora, que ya no está en el gobierno, salir de la OTAN, pero a su vez negándose a aumentar el gasto en defensa. No es magia, es la doma gubernamental. En Podemos ahora están muy extasiados porque un vídeo de Tik Tok de Ione Belarra pidiendo la salida de la OTAN tiene muchas reproducciones. Para lo que han quedado, con lo que este partido llegó a ser. Imagina que eso lo hubiera propuesto cuando era ministra del Gobierno de España, puede que hubiera tenido menos reproducciones en TikTok, pero igual hubiera tenido más influencia real. Si bien es cierto que la nueva estrategia de partido es monetizar y para eso igual Tik Tok genera más beneficios.
Cuando Unidas Podemos estaba en el Gobierno y Pablo Iglesias ostentaba la vicepresidencia, su posición era mucho más "matizada" e incluía el mantenimiento de EEUU como aliado, mantener los acuerdos alcanzados, también con la OTAN, y crear un sistema de defensa integral europeo que incluyera el aumento del gasto de defensa, hacer sacrificios en los presupuestos, y asumir las contradicciones que eso suponía. La realpolitik, diría en aquel momento. No ha habido partido más voluble en sus planteamientos que Podemos desde que surgió, desde una izquierda rupturista y transformadora para intentar el asalto al poder, a una izquierda domada y suave en los temas más ideológicos culturalmente de la izquierda para ahora volver a los planteamientos radicales primigenios pretendiendo que nos olvidemos lo que hacían y decían cuando estaban en el Gobierno. Pero no, algunos leemos mucho, y tenemos memoria.
A la gente de Podemos les duele mucho que les recuerden los hechos. Pero es que eso, tal cual, es lo que defendía Pablo Iglesias en una conversación con Enric Juliana en el libro Nudo España, pueden consultarlo si quieren. Está en el capítulo llamado La angustia geopolítica de Europa. Sí, defendía que España tiene que salir de la OTAN pero hacerlo invirtiendo más en defensa haciendo sacrificios presupuestarios para avanzar en un sistema de defensa integral europeo y manteniendo a EEUU como aliado. Y lo hacía cuando aún no había habido una guerra en territorio europeo como la invasión de Rusia a Ucrania y un presidente autocrático en la Casa Blanca dispuesto a rendir Europa. Pero no importa que Podemos ahora cambie de opinión. Pablo Iglesias tenía razón entonces, aunque ahora para el mismo Pablo Iglesias ese Pablo Iglesias sería un traidor socialdemócrata vendido a la industria armamentística y al régimen de guerra.
Es normal que haya quien no esté cómodo con episodios pasados de su vida política, ni con puestas de perfil o adaptaciones vergonzosas del marco hegemónico en contra de las posiciones históricas de la izquierda, hacer política es un abandono público de un porcentaje importante de las ideas que puedes defender para llevar a cabo. Que una cosa es llegar al Gobierno y otra tener el poder, lo cierto es que la mayoría entendemos esas renuncias mucho mejor que el ego de quien las mantuvo. Pero los demás no tienen que expiar los pecados ajenos porque las culpas y complejos se curan en terapia. Hay que ir más, que es liberador. Simplemente recuerda que nadie más que tú es responsable de que defendieras en el pasado ideas que ahora te avergüenzan.
Sumar al menos nunca ha tenido planteamientos radicales, han sido suaves siempre, fuera y dentro, no pretenden engañar a nadie. No van a pedir que EEUU abandone las basas de Rota y Morón, ni salir de la OTAN, pero ni estando en el Gobierno ni lo harían estando fuera. Su posición más extrema en materia de defensa sería oponerse al aumento del presupuesto de defensa y el envío de tropas. Es su posición y al menos la defenderán siempre sin hacer creer al resto que su posición siempre es la auténtica, la de la izquierda verdadera, esa que siempre es la verdadera y pura aunque defiendan una cosa y la contraria dependiendo si tiene cartera ministerial o un medio de comunicación. Sumar son blandos, ya lo sabemos. Pero es que Podemos en el Gobierno también lo fueron. Lo mismo que Izquierda Unida. No se salva nadie. Es la correlación de fuerzas.
Nos extrañamos de que la izquierda poscomunista esté en la peor situación de los últimos años cuando es de una lógica aplastante. El pueblo es sabio, por mucho que se lo quiera despreciar y lo que ve en nuestra izquierda institucional tiene mucha bravuconería cuando es marginal y mucha cobardía cuando tiene la oportunidad de llevar a cabo sus ideas. ¿Alguien cree al PSOE cuando dice que es republicano? Pues lo mismo le pasa a todos aquellos que piden salir de la OTAN cuando están fuera del Gobierno y luego desde la vicepresidencia llaman a cumplir con los acuerdos pactados con el atlantismo y aumentar el presupuesto en defensa a costa de sacrificios presupuestarios.