Mercadona llamaba terroristas en sus formaciones a los trabajadores que, según el criterio empresarial, estaban de baja más tiempo del que consideraban preceptivo. Para Juan Roig las bajas de los trabajadores y el absentismo han sido su caballo de batalla durante todos estos años. Hace diez años, cuando inicie una investigación sobre el trato dado por Mercadona y Juan Roig a los trabajadores, comprobé cómo una baja médica, firmado por un facultativo, no suponía ninguna protección para el trabajador cuando había un sistema empresarial destinado a presionar, coaccionar e incluso a despedir a los trabajadores que no iban a trabajar por estar enfermos. Para Mercadona no importaba que estuviera enfermo, o que un médico considerara que estaba enfermo, solo importaba lo que ellos consideraban suficiente para ir a trabajar. Los sindicatos presentes en la empresa, entre los que se encuentra UGT como mayoritario, y que mantienen una excelente relación con el jefe de Mercadona, siempre han hecho dejación de funciones delegando toda la responsabilidad en el servicio médico de la empresa que tiene como único objetivo acelerar la vuelta al trabajo de los empleados de baja. Puede que eso haga comprender ciertos posicionamientos presentes del sindicato con las autobajas.
El manual de formaciones de Mercadona que pude consultar en la investigación se refería de una manera criminal a los empleados en su método "calidad total", usado para formar y adoctrinar a los trabajadores. A los enfermos o lesionados los considera "persona que tiene problemas de salud; ser humano que hay que ayudar pero que puede trabajar en otra parte del proceso". En otro punto del método llama "T" (terrorista) a los trabajadores que considera: "Personas que hacen abuso de poder consciente por; negarse a trabajar (sin que la salud empeore) en otra parte del proceso". A estas personas que están enfermas y no quieren incorporarse a trabajar estando de baja los considera absentistas. El privilegio que emana de aquellos que se posicionan en contra de las autobajas solo puede nacer de un desconocimiento profundo de las relaciones laborales de poder entre trabajador y empresario.
La autobaja no te protege más, ni menos, que una baja médica firmada por una doctora cuando el empresario considera que una gripe o una enfermedad leve no es motivo para faltar al trabajo. Las represalias las tomará igual después del final del permiso por enfermedad sin importar si la baja está firmada por un médico. Eso lo sabe cualquiera que haya trabajado por cuenta ajena y quien haya trabajado para empresarios sin escrúpulos, lo sabe incluso quien hable con esos trabajadores o se relacione con ellos. La medida de la autobaja para los trabajadores que estando enfermos han pasado una mala noche y se ven con una indisposición severa para ir a trabajar, pero no precisan ir al médico cuando están mejor solo para tener un justificante, es solo para aquellos trabajadores que están en una empresa decente que les respeta el derecho a estar enfermos. Para los que sufren a empresarios sin escrúpulos no importa quién firme la baja.
La patronal siempre se ha puesto en contra de manera frontal contra una medida que otorgue cierta autonomía y control sobre su vida laboral a los trabajadores. Para los empresarios los trabajadores son siempre sospechosos de estar fingiendo. Juan Roig declaró en su momento: "En España hay más de un millón de personas que hoy no ha ido a trabajar pudiendo". Ese pudiendo incluye estar de baja médica, dada por un facultativo, e incluirá una autobaja. Porque para ese tipo de empresarios todo trabajador enfermo tiene que estar trabajando. Nada más producirse la noticia de que el ministerio de Sanidad quería aprobar la posibilidad de que un trabajador enfermo y que no precise atención médica pueda darse la baja responsable sin necesidad de acudir al centro de salud salieron en tromba en Foment del Treball para posicionarse en contra de la medida. Es lo normal, es una ampliación de un derecho para los trabajadores y trabajadoras y los empresarios estarán en contra. Lo que no es normal son posiciones desubicadas de quien no ha visto a un trabajador más que para echarlo en un ERE o de aquellos que consideran que los médicos son sustitutos de la acción sindical.
La autojustificación de las bajas médicas es una medida destinada a trabajadores con cierta seguridad laboral que no teman perder el trabajo al faltar por enfermedad y así aminoren de presión asistencial a una atención primaria devastada con un trámite burocrático prescindible, no es una medida para todos los trabajadores y trabajadoras que podrán seguir yendo al médico cuando precisen una baja y que se verán favorecidos por la menor presión asistencial de quienes no pueden permitirse la autobaja, ni para aquellos que están al servicio de empresarios miserables y no hay firma de médico que los salve. Esos empleados tendrán que seguir sufriendo a esos empleadores, la mayoría de las veces con la desatención sindical, y sin preocupación alguna por parte del partido que se ha posicionado contra la medida por ser un partido de burguesitos, que no se han manchado las manos en la vida, solo preocupados por hacer oposición a quien les ha privado de un ministerio. Si tienes dudas de cuál es la posición adecuada ante las autobajas piensa que Juan Roig lleva años haciendo lobby para que los trabajadores y trabajadoras no tengan este derecho.